Un tal Lucas..

Soñé con Lucas. Otra vez. Estabamos todos en la escuela. Llovía.

Y aparece Lucas. Así, vestido de gauchito. Pero distinto. Su cuerpo minúsculo, casi deformado.

Entonces lo agarro y lo alzo. Y lo abrazo mucho mucho (así como se abraza a este nene tan tierno)

Tengo la sensación de que su cuerpito aumenta, apenas.

Se lo paso a otro de nosotros. Que lo abraza igual de fuerte.

Y así va Lucas de mano en mano, de abrazo en abrazo.

Con cada uno crece un poco, o mucho, quién sabe.

Lucas se vuelve enorme y llena mi sueño.

Lo llena de risas, de juegos, de colores.

Lo llena de sueños.